lunes, 7 de mayo de 2012

El trozo que olvidaron.

Que el cansancio no agote el alma de lucha y fuerza que en ti se gesta, que la resignación aún habiéndose hecho reina de tu vida no acabe por someter a todo el pueblo que tu alma cría, levántate y lucha, no contra lo que dicen las masas manipuladas y fieles a un despropósito que sólo traerá ruina y miseria. Enfréntate a quienes creen que en la vida se puede ganar sin el alma del poeta y sin la sabiduría del filósofo, quiénes no creen en la música ni en la belleza de un prado intacto. Lucha por algo puro, simple, bonito, bello para todos y que hace tiempo le dejaron de lado, abandonado en la esquina, como ese trocito de hierba limitado entre baldosas y pisadas de gente que va a toda prisa, sin fijarse, sin recordar que antes era todo suyo y que le han sometido al peso de la piedra muerta, y sin embargo, ahí sigue, permanece, resiste, con las fuerzas que le quedan, castigado por los años pero aún esperanzador. Nosotros somos ese pedazo, ese trozo en el que nadie se fija, y no somos menos, no somos mejores, pero somos la minoría silenciada que tiene tanto que decir, y que sueña con que algún día las fauces que escupen demagogia callen, silencien por unos instantes y al fin, se escuche nuestra voz, bajita, tenue, pero cargada de ganas y poesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario