domingo, 29 de abril de 2012

Scream.

Su presencia aún resulta escalofriante, sentirles cerca, mirándome, juzgándome, sin saber que van a hacer esta vez. El corazón se me acelera y a la vez se me para, le noto lejano y fuerte, un revortijo de aire sube y baja por mi garganta y en el estómago un tornado que arde lo revuelve todo, noto una marea que sube hacia mi boca y con todas mis fuerzas trato de detenerla, no quiero mostrar debilidad, ni cobardía, pero es lo que siento, miedo. Las piernas tiemblan, noto que voy a caer, se vuelven blandas y débiles, las manos se quedan sin fuerza pese a apretar los puños con fuerza. En mi mente todo se vuelve blanco, incertidumbre, desconocimiento, impotencia, vulnerabilidad, me vuelvo un juguete en pos de lo que ocurra, sin moral, sin alma, sin fuerza, ni decisión. Miedo a todo el resultado de las decisiones erróneas que he tomado en mi vida.

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