Cual indiferencia me produce ya el pasado, saber que no volverá me da felicidad, me libera, aquellas cadenas ya se rompieron y la verdad a salido a la luz y me siento liberada, mi conciencia tranquila, el mundo camina a un paso lógico, el dolor no existe. No hay vergüenza, no hay miedo, no hay dolor, las curvas vueltas rectas son, el sol luce aún habiendo a veces nubes, y siempre alguien viene y me provoca una sonrisa, al fin todo va bien, al fin me puedo quitar la máscara siempre sonriente, ya no la necesito, ahora es todo sincero, todo ligero, suave.
Ahora un sucio bar brilla como un palacio al compartir tardes con una copa de vino y un sinfín de cosas que contar, de risas, de abrazos, de locuras. Estos son los momentos que recordaré, los momentos que me hacen sentir, al fin, libre.
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