martes, 21 de febrero de 2012
¡Márchate! ¡Lárgate! Lo poco de valor que me quedaba de ti ha desaparecido, piérdete, tus palabras nada me valen ya, fuera, lejos, no quiero verte. Decías mucho y luego parece que haces poco, sé feliz, tus palabras poco valen. A mi me sobra dignidad y decencia para al menos mantener el respeto, tu en cambio restriegas mientras intentas mostrar otra cosa. Tus mentiras duraron mucho tiempo y me alegro de no tenerlas que vivir más, soy libre, de ti, del desconocimiento que me has producido, de las palabras que has pronunciado y que ya no me creo. Quién sabe lo que hiciste y dejaste de hacer o cuantas veces me engañaste y mentiste, pero ahora ya poco importa, me he librado de las cadenas del dolor que ya abrasaban mi piel.
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